La celebración del aniversario 55 de la Unión de Jóvenes Comunistas hace pensar en los primeros años de su creación. Eran tiempos agitados, de mucho esfuerzo y sacrificio, ya en la trinchera, en el aula o la producción. Muchas tareas de choque enfrentó y llevó a feliz término la juventud cubana, encabezada por los jóvenes comunistas. Nunca les han fallado a Fidel y a Raúl, eternos jóvenes rebeldes, y en estos tiempos tampoco les fallarán. El líder histórico de la Revolución, sus enseñanzas y su legado son como la savia nutricia que da fuerzas para seguir adelante, para cumplir con la misión de prepararse en todos los sentidos para asumir la responsabilidad de los nuevos tiempos, de llevar adelante los postulados de la Revolución y engrandecer la Patria libre y soberana por la que han luchado generaciones de cubanos.
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