El pueblo cubano espera con impaciencia la llegada del Papa Benedicto XVI a nuestra Isla el próximo 26 de marzo. Aquí encontrará un pueblo culto, laborioso, solidario, que le dispensará una cálida acogida. Creyentes y no creyentes se aprestan a compartir con el Sumo Pontífice jornadas inolvidables.
Conocerá cómo somos los cubanos. Su espíritu altruista, siempre listos para ayudar a los más necesitados. Verá a un pueblo que ama, trabaja y defiende sus conquistas. Que se esfuerza porque todos por igual tengan resueltas sus necesidades fundamentales, y especialmente los niños, que son lo más preciado. Cuando el mundo necesita con urgencia que primen la justicia y la paz, la visita del Papa con seguridad contribuirá a este empeño.
Y como siempre recordamos a nuestros cinco hermanos encarcelados injustamente en Estados Unidos por luchar contra el terrorimo sería muy bueno que la visita del Papa contribuya de alguna manera a su liberación.
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